Comprar un inmueble es un proceso diferente al de rentar. En este último, el propietario únicamente está proporcionando un servicio y, además de velar por sus intereses, debe de salvaguardar su patrimonio.
Por lo tanto, la exigencia en los requisitos suele ser mayor, ya que necesita garantizar la responsabilidad del futuro arrendatario y tener la certeza de que es el candidato ideal para llegar al acuerdo esperado.
Estos son los requisitos más comunes que tendrás que cubrir para hacer tu solicitud.
Además de asegurar tu identidad a través de tu INE o alguna otra identificación oficial, tendrás que demostrar que cuentas con la estabilidad financiera para cubrir la renta. Los comprobantes de ingresos o estados de cuenta que presentes deberán de ser de al menos los últimos tres meses, de preferencia expedidos por la misma empresa.
Considera que tus ingresos mensuales pueden influir en la decisión sobre firmar el contrato que tome la agencia o el propietario. Pues si el monto de la renta alcanza o incluso supera 50% de tus ganancias, será difícil para ti costearlo.
Asimismo, habrá agencias inmobiliarias que soliciten una investigación de tu historial crediticio para verificar tu responsabilidad financiera. De ser el caso, el pago por la obtención de tu puntaje correrá por tu cuenta (aproximadamente 60 pesos).
El depósito de renta es una garantía que obtiene el propietario para protección del inmueble. Si algún problema llega a suceder en el periodo de contratación, los gastos de reparación serán cubiertos con este monto.
El depósito equivale a dos meses de renta, no más, y deberá devolverse al finalizar el contrato en caso de que no haya surgido ningún daño por el que tuviera que ser utilizado o, en su defecto, el restante proveniente de la reparación.
Otra situación que suele presentarse es la solicitud de rentas adelantadas, ya sea anexándolas al depósito o en su condonación. Esto depende del contrato y su solicitud no tiene un sustento legal más allá del acuerdo entre las partes.
El fiador es otra garantía de pago que el propietario obtiene si el inquilino no cumple con sus obligaciones. La persona que lo sea, además de tomar la responsabilidad de otro, deberá contar con una propiedad registrada a su nombre, situada en la misma entidad donde se desea realizar en contrato (pueden existir excepciones).
Este también deberá facilitar cierta documentación para tomar el título:
Si por alguna circunstancia es imposible para ti conseguir un fiador, existen varias opciones que te respaldan por cualquier situación que suceda, no obstante, deberás de pagar su contratación. Para conocer más sobre este tema, lee el siguiente artículo.
Aunque no es un requisito como tal, mantenerte seguro mientras rentas una propiedad te evitará varios dolores de cabeza. Contratar un seguro de inquilino te ayudará a proteger algunos de tus bienes contra ciertos riesgos como incendios, tormentas o robos.
A través de un seguro de inquilino obtienes:
En el mercado, existen varias opciones que prometen coberturas por el valor actual de los artículos (depreciación) o por un reemplazo total. Lo recomendable es valorarlos, comparar los costos y elegir aquel que te garantice una cobertura completa.